miércoles, 12 de julio de 2017

Conduciendo al PRI a su peor derrota



Tenía todo, absolutamente todo, para poder ganar. El destino le había en sus manos en bandeja de plata varios factores que deberían haber hecho su triunfo algo casi inevitable en su búsqueda por la gubernatura de Chihuahua en 2016 tras ser postulado como candidato del Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo, carecía por completo de la capacidad, la astucia, la  sagacidad y el liderazgo que debe mostrar todo líder o general que sea capaz de poder llevar a sus seguidores a la victoria. Todo lo contrario, en los hechos demostró ser un inepto en grado sumo, y si así hubiera gobernado al estado de Chihuahua entonces quizá Chihuahua no estaría mucho mejor que como está hoy con el yanqui texano Javier Corral Jurado.

Empecemos por repasar lo que enfrentaba el PAN y en especial el yanqui texano Javier Corral para poder vencer al PRI en Chihuahua en 2016. La gran mayoría de la población chihuahuense había quedado completamente decepcionada y más que harta con el fracasado sexenio del primer gobernador panista del estado de Chihuahua, Francisco Barrio Terrazas, el cual malgobernó al estado de 1992 a 1998. El prometido y fabuloso CAMBIO (esta palabreja emblemática de las promesas engañosas que el PAN siempre formula y que nunca cumple como hoy se constata con las numerosas promesas hechas por Javier Corral cuando era candidato y lo que ha cumplido hoy que es gobernador) nunca ocurrió. Lo que sí sucedió bajo Francisco Barrio Terrazas es que bajo su gobierno el Cártel de Juárez de Amado Carrillo Fuentes creció a pasos agigantados sin enfrentar ningún obstáculo hasta terminar convirtiéndose en el cártel de drogas más poderoso del mundo, y la creencia popular es que ello se debió a que en los seis años en que Francisco Barrio Terrazas gobernó a Chihuahua se estableció desde un principio una colusión entre la gubernatura de Chihuahua y el Cártel de Juárez para permitirle operar sin problemas a éste último, brindándole toda la protección que un narcogobierno corrupto podía proporcionarle a un cartel de drogas. Fue tan mala la memoria que el corrupto e inepto gobierno de Francisco Barrio Terrazas dejó en la memoria de los chihuahuenses, que no solo el PAN terminó expulsado de la gubernatura de Chihuahua en 1998 convirtiéndose así Francisco Barrio en el primer gobernador surgido de la oposición en devolverle el gobierno de un estado al PRI, sino que tras el triunfo de Patricio Martínez García en 1998 el PRI volvió a triunfar fácilmente en 2004 con su candidato José Reyes Baeza Terrazas, y tras los seis años de gobierno de Reyes Baeza el pueblo de Chihuahua volvió a refrendar al PRI en el poder en 2010 con un sexenio bajo César Duarte. Simple y sencillamente, el pueblo chihuahuense no estuvo en disposición alguna en "perdonarle" al PAN las muchas promesas incumplidas de CAMBIO con las que Francisco Barrio ungido de demagogia logró hacer creer a los chihuahuenses de que con el PAN en el poder realmente habría un "nuevo amanecer".

Cuando Enrique Serrano se lanzó en pos de la gubernatura de Chihuahua en 2016, su partido no era ningún partido minoritario de oposición carente de cualquier tipo de apoyo oficial o de ayuda gubernamental alguna a través de clientelismo político. Todo lo contrario, el PRI gobernaba a todo el país en el ámbito federal desde la presidencia de Enrique Peña Nieto, el estado de Chihuahua era gobernado también por el PRI a través de un hombre emanado del PRI, y hasta la misma Ciudad Juárez en donde Enrique Serrano inició su carrera política también era gobernada por el PRI. O sea que los tres niveles de gobierno estaban a favor del candidato oficial, Enrique Serrano. ¿Qué situación más ideal se puede pedir que ésta? Estaba situado en la plataforma ganadora. Más aún, cuando contendió en 2016 no lo hizo solo; a diferencia de lo que sucedió en 2004 cuando el PAN logró que varios partidos empezando por el Partido de la Revolución Democrática se le unieran para contender en contra del candidato priista José Reyes Baeza Terrazas (el cual se enfrentó al candidato Javier Corral apoyado por la coalición formada por el Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Convergencia, denominada "Todos Somos Chihuahua"), Enrique Serrano estaba respaldado por una coalición de varios partidos (el PRI, el Partido Verde, Nueva Alianza, el Partido del Trabajo y Encuentro Social) a la cual terminaron uniéndose a última hora el PRD y Encuentro Social para conformar una aplanadora invencible. La lógica era que si en 2004 Javier Corral perdió en su lucha por la gubernatura de Chihuahua pese a estar respaldado por el PRD, ahora sin el apoyo del PRD y con una aplanadora en contra apoyando a Enrique Serrano las posibilidades de triunfo de Javier Corral deberían de haber estado sumamente acotadas. La falta de apoyo de algún partido con fuerte presencia nacional como el PRD fue suplida por Javier Corral con una guerra sucia inmisericorde sin tregua alguna con la cual Javier Corral más que compensó el no haber podido lograr el respaldo de una alianza multipartidista como la que apoyaba a Enrique Serrano en 2016. Los partidos que se unieron en torno a Enrique Serrano no le concedían posibilidad ni esperanza alguna al PAN, el partido de la oposición, precisamente por eso se unieron alrededor de Enrique Serrano, porque estaban completamente seguros de que con tantos factores a su favor Enrique Serrano como buen general conduciría al PRI a su cuarto triunfo consecutivo en la gubernatura de Chihuahua, y a nadie le gusta ponerse de lado de quien es considerado un seguro perdedor. Confiados en lo que creían una victoria segura de Enrique Serrano, el PRI y sus partidos aliados se limitaron simplemente a cumplir llevando cientos de acarreados a los mítines de aclamación a Enrique Serrano, a tomarse las fotos del recuerdo con Enrique Serrano, y a prepararse para la repartición de puestos en 2017. Mareado por el poder aún sin tenerlo en sus manos, Enrique Serrano empezó a comportarse como si ya fuera el gobernador electo que no tenía que hacer nada contundente para poder ganar, volviéndose casi imposible lograr una cita con él para discutir estrategias de campaña y planes para contrarrestar las campañas negras del PAN. En su miopía tampoco se dieron cuenta de que la estrategia de Javier Corral había incorporado las estrategias del nuevo milenio con las cuales se logran el apoyo popular y los votos como lo demostró Donald Trump en Estados Unidos en 2016: el uso intenso de las redes sociales, recurriendo a un pequeño ejército de ciberoperadores para estar inundando todas las redes sociales con comentarios generosos (prefabricados) a favor de Javier Corral y todo tipo de críticas duras en contra de Enrique Serrano (doy más detalles sobre éste nuevo tipo de lucha política en mi trabajo El Día que Reventó la Caldera). Y al dinosaurio priista Enrique Serrano no se le ocurrió nada, absolutamente nada, para contraatacar a la embestida de Javier Corral a través de las redes sociales, fue incapaz de responder y poder organizar algo como lo que tenían fraguado Javier Corral y el PAN para la conquista absoluta de las redes sociales de Chihuahua en 2016. Lo que sí tuvo Enrique Serrano y a raudales fueron eventos multitudinarios (con la presencia de acarreados) en donde Enrique Serrano era vitoreado, aplaudido, y en donde era felicitado de antemano por su triunfo, eventos orquestados por otros dinosaurios priistas como los que se dicen representantes de las centrales obreras que de ninguna manera reflejaban la realidad de lo que sucedía a través de las redes sociales e internet. Siendo que la primera consigna que debió haber usado el PRI en Chihuahua en 2016 era renovarse o morir, sin hacer nada le dejaron a su peor adversario la iniciativa de renovarse. Y para el anquilosado dinosaurio, la consecuencia en Chihuahua terminaría siendo algo parecido a la muerte, tal y como lo advierte la máxima a quienes son incapaces de poder evolucionar.

Con el triunfo consecutivo de tres gobernadores previos en Chihuahua todos ellos emanados del PRI, Enrique Serrano y sus huestes priistas daban por hecho de que de manera casi "automática" el pueblo de Chihuahua volvería a votar en una cuarta ocasión por el PRI, y el triunfo refrendado del PRI era algo que se tenía que dar por hecho. ¿No es así? ERROR FATAL. Las generaciones de chihahuenses de antaño que tenían fresca en la memoria las razones para no votar por el PAN se fueron desvaneciendo, muchos fueron muriendo, otros se fueron moviendo fuera del estado, y otros simplemente empezaron a olvidar. Había que recordarle al pueblo de Chihuahua nuevamente el peligro que representaba para el estado que alguien emanado del PAN pudiera ocupar la gubernatura. Pero esto fue algo que simple y sencillamente no hizo Enrique Serrano. "¿Para qué?" -se habrá dicho ilusamente a sí mismo- "¿si ya la tenemos ganada?", demostrando con ello la actitud estúpida y soberbia del que creyéndose invencible pese a no contar con méritos propios se ciega a sí mismo ignorando por completo la avalancha que se le viene encima.

Y mientras Enrique Serrano Escobar se paseaba por todo el estado comportándose como si ya hubiera ganado las elecciones por amplio margen por el solo hecho de haber sido lanzado "por unanimidad" como candidato del PRI, en el lado contrario se desplegó una virulenta guerra sucia típica de las campañas negras a las que el PAN recurre para lograr votos para sí obtenidos no por mérito propio sino como votos de castigo para el contrario al que le quiere arrebatar el poder. El mensaje de todas estas campañas negras no es "vota por mí porque yo soy la mejor opción de todas por estas propuestas que te voy a cumplir" sino "no votes por el otro porque es la peor opción de todas, es un peligro para Chihuahua" (al igual que como Andrés Manuel López Obrador fue entronizado en una intensa campaña televisiva de spots difamatorios por el Consejo Coordinador Empresarial como todo un peligrro para México).

Dentro del PAN se ha hecho costumbre el procurar la ayuda de expertos en la elaboración de guerras sucias mediáticas maquinadas por expertos en mercadotecnia carentes de escrúpulos.como Antonio Solá quien fue el extranjero importado desde España para tales efectos en la guerra sucia con la cual se denigró a López Obrador en 2006 en miles de spots televisivos radiados por Televisa y TV Azteca y que ahora tiene el cinismo y descaro de estar ofreciendo sus negros servicios al mismo hombre que perdió las elecciones en 2016 a causa de las entonces infundadas calumnias y difamaciones.

Una lección que deberían de haber aprendido ya el PRI y sus militantes a estas alturas en todos los confines de México es que el arcaico modelo corporativista al que estaban acostumbrados desde los tiempos del "partido único" en los que el PRI estaba acostumbrado a arrasar a la oposición y a "ganar de todas todas" dejándole meras migajas a la oposición es un modelo completamente obsoleto en la era de Internet y las redes sociales. El viejo y anquilosado dinosaurio priista hoy llamado despectivamente el PRInosaurio por los moneros y cartonistas y editorialistas estaba completamente impreparado para el nuevo tipo de contiendas electorales con las cuales se ganan o se pierden las elecciones en el nuevo milenio. El PRI ya no se podía apoyar en los mítines de "acarreados" llevados en camiones por las centrales obreras como la CTM, la CNOP y la CROC a eventos multitudinarios en los cuales se quería provocar la falsa ilusión de un gran apoyo popular refrendado con votos en las urnas en elecciones controladas por el Estado desde que el PRI y el Gobierno en sus tres niveles eran una misma cosa, el PRI-gobierno.

Para derrotar al candidato priista Enrique Serrano Escobar, en virtud de que el panista yanqui-texano Javier Corral no tenía tantas acusaciones en contra de éste como las que tenía en contra de César Duarte (de hecho, no tenía nada en contra de Enrique Serrano), Javier Corral se fue directamente en contra del aún gobernador César Duarte evitando lo más posible el andarse metiendo con Enrique Serrano, y están vivas en la memoria las muchas caricaturas y spots en televisión en las que se mostraba a César Duarte tras las rejas. Si Enrique Serrano en vez de ser el aprendiz de político incompetente que siempre ha sido se hubiera comportado como un político de altura, desde el primer momento habría retado a Javier Corral a un encuentro público con algo como lo siguiente:
"El señor Javier Corral está contendiendo en esta campaña como si el candidato oficial del PRI fuera César Duarte. Pero le recuerdo a mi oponente Jaiver Corral que el Sr. César Duarte que está por terminar su período como gobernador no es el candidato del PRI a la gubernatura en este 2016. el candidato oficial del PRI soy yo, y si tiene algo que decir en mi contra quiero que me lo diga en mi propia cara en un encuentro público abierto a todos los medios de comunicación, porque al menos en lo que a mí respecta yo no tengo cola que me pisen, y estoy dispuesto a debatir sobre esto en cualquier momento con el señor Javier Corral".
Pero en vez de hacer ésto, Enrique Serrano se le escondió a Javier Corral. Le tuvo miedo. Y la gente se empezó a decir: ¿por qué tiene miedo de debatir cara a cara con Javier Corral? ¿Será porque sus acusaciones en contra del PRI y todos los priistas son ciertas?

Son muchos los analistas, comentaristas y editorialistas que han señalado que, de haberlo querido, Enrique Serrano podría haber sostenido un debate público con Javier Corral respondiéndole a su guerra sucia con otra guerra sucia en especie pero bien fundamentada en lugar de estar basada en calumnias y difamaciones, y si Enrique Serrano hubiera usado en forma inteligente todos los elementos que tenía en contra de Javier Corral lo podría haber dejado bien tundido encaminado hacia una derrota total. Pero no lo hizo, y ahora aunque Enrique Serrano quiera hacer tal cosa ya es demasiado tarde para ello, porque Javier Corral ya no tiene ninguna necesidad de enfrentar cara a cara al pusilánime que prácticamente se dejó vencer creyendo que era invencible.

¿Qué cosas pudo haber usado Enrique Serrano en contra de Javier Corral? Vale la pena repasar aquí punto por punto algunas de las muchas cosas que Enrique Serrano pudo haber usado para acabar con las posibilidades de triunfo de Javier Corral:


(1) A diferencia de Enrique Serrano quien es ciudadano mexicano porque nació en la villa mexicana de Altar en el estado de Sonora el 14 de mayo de 1958, y tiene los documentos para comprobarlo, Javier Corral Jurado es un ciudadano norteamericano que nació en la ciudad de El Paso en el estado de Texas. Y lo más importante es que cuando Javier Corral inició sus primeras incursiones en la política de Chihuahua, lo hizo ocupando cargos públicos cuando las leyes de población de México en ese entonces le prohibían a ciudadanos extranjeros el hacer tal cosa. ¿Y cómo logró hacer tal cosa Javier Corral si su acta de nacimiento norteamericana decía claramente que era un extranjero? De la manera más fácil, usó un acta de nacimiento tramitada por sus padres en la que falsamente declararon que había nacido en México, lo cual es físicamente imposible porque ninguna persona puede nacer al mismo tiempo en dos países distintos (a menos de que lo haga justo a la mitad de la línea divisoria en un puente de cruce internacional). El acta de nacimiento de Javier Corral en Estados Unidos era y sigue siendo legítima, mientras que su acta de nacimiento en México era apócrifa. Y usando un documento apócrifo empezó a ostentar cargos en México a los cuales no tenía ningún derecho, arrebatándole dichos cargos públicos a ciudadanos mexicanos nacidos en México que sí tenían pleno derecho a ocuparlos en lugar de Javier Corral. Estos hechos están plenamente documentados en mi trabajo previo Denuncia a la Nación. Aquí YO Víctor Olague no descubrí absolutamente nada nuevo que no se supiera ya de información disponible públicamente. Los datos recabados en tal trabajo tuvieron su origen disponible a cualquier ciudadano, cuantimás a funcionarios públicos como el Alcalde de Ciudad Juárez, Enrique Serrano Escobar, o el gobernador de Chihuahua César Duarte. Con un poco de trabajo adicional (por ejemplo, la procuración del acta de nacimieno en México falsa de Javier Corral), Enrique Serrano se pudo muy bien haber presentado ante la Procuraduría General de la República para denunciar esta circunstancia e inclusive después de las elecciones de junio de 2016 pudo haber interpuesto la denuncia ante el IFE (INE) en contra del extranjero Javier Corral para pedir la anulación de su triunfo. Pero Enrique Serrano no hizo ésto, y como justo "agradecimiento" tiene en contra al mismo Javier Corral ya empoderado como gobernador aceitando toda la maquinaria del estado no solo para destruír las carreras políticas de Enrique Serrano y de César Duarte sino para acabar por completo con el PRI en Chihuahua. Esta es la clase de "agradecimiento" que se puede esperar de alguien como Javier Corral por no haber actuado en su contra con algo como su falsa nacionalidad mexicana cuando se podría haber hecho tal cosa. Pero hay algo aún más importante: Javier Corral sigue siendo un ciudadano norteamerixcano, no ha renunciado a su ciudadanía norteamericana cuando hace varios años afirmó haberlo hecho al volverse insostenible su mentira previa de que había nacido en México. Enrique Serrano no puede argumentar que no sabía absolutamente nada sobre la falsa ciudadanía mexicana de Javier Corral porque a las pocas semanas de que se llevaran a cabo las elecciones en 2016 y meses antes de que Javier Corral reclamara en sus manos todo el poder de la gubernatura de Chihuahua, mi trabajo Denuncia a la Nación de amplia circulación en internet ya estaba publicado, y muchos priistas se estaban compartiendo los enlaces y referencias a tal trabajo. Antes de que Javier Corral quedara investido como gobernador de Chihuahua, Enrique Serrano de haberlo querido realmente podría haber acudido ante la Secretaría de Gobernación y ante la Procuraduría General de la República así como el INE (IFE) para exigir la suspensión de la toma de mando de Javier Corral en tanto las autoridades federales no confirmaran la presunta violación del yanqui texano Javier Corral a las leyes de México. Pero Enrique Serrano no hizo absolutamente nada de esto, tal vez esperando ilusamente que otros lo hicieran por él. ¿Y por qué otros habrían de hacerlo por él, si Enrique Serrano habría sido a fin de cuentas el principal beneficiario en caso de que la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República hubieran descalificado al yanqui texano Javier Corral anulándole su triujnfo?

En respuesta a los spots de guerra sucia de Javier Corral, el candidato Enrique Serrano, estando en todo su derecho de defender su posición como candidato opositor, pudo muy bien haber ordenado la difusión masiva de un spot como el siguiente:
"¡Chihuahuense, no desperdicies tu voto! Vota por un mexicano nacido en México que quiere a México y ama a México, no desperdicies tu voto dándoselo a un extranjero que empezó su carrera política en México simulando ser mexicano y empleando para ello un acta de nacimiento apócrifa, y he aquí la prueba documental de ello (aparece en la pantalla el acta de nacimiento mexicana apócrifa empleada por Javier Corral desde que era un niño para hacerse pasar como mexicano). ¿Quieres votar por alguien que le ha mentido a todos toda su vida?"
¡Hubiera bastado con haber presentado una sola copia de tal acta de nacimiento mexicana de Javier Corral ante la Secretaría de Gobernación y ante la Procuraduría General de la República con las denuncias correspondientes por la comisión de varios delitos federales para haber descarrilado en su totalidad las intenciones de Javier Corral de contender por la gubernatura de Chihuahua! Y cuando todavía era gobernador César Duarte, éste tenía bajo su poder todo el aparato investigativo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua para obtener escarbando en los archivos oficiales una copia de tal acta de nacimiento mexicana de Javier Corral en alguna de varias instancias públicas. No se requerían varias copias, ¡tan solo se requería una sola! Pero ni eso hicieron cuando podían haberlo hecho (hoy ya no pueden hacerlo, aunque quieran). ¿Para que perder el tiempo buscando tal documento, cuando el mismo César Duarte daba por hecho que Enrique Serrano tenía la gubernatura prácticamente asegurada y las elecciones solo iban a ser un refrendo de la aplastante victoria de Enrique Serrano sobre un gusanito al que no había que darle importancia alguna ni prestarle demasiada atención?, se habrán dicho ambos Enrique Serrano y César Duarte. De haber sabido las penurias que terminarían enfrentando con un gobernador Javier Corral acosándolos por todos los ángulos posibles, quizá habrían hecho lo que deberían de haber hecho. Quizá, pero hoy ya es demasiado tarde.

(2) Enrique Serrano trenía todo el derecho del mundo de responderle a Javier Corral en especie sus campañas negras con acusaciones duras en contra de Javier Corral a las que, en contraste, Javier Corral no habría tenido respuesta alguna. Pudo haber aparecido en persona diciendo algo como lo siguiente:
"Mi oponente Javier Corral se presenta hoy como salvador de Chihuahua. ¿Con qué cara se atreve a hacer tal cosa cuando ha sido detenido por andar manejando su carro estando borracho, poniendo en peligro las vidas de las personas que tuvieran la mala suerte de cruzarse por su camino? ¿Le confiarías el futuro del estado y el futuro de tus hijos a un irresponsable que tiene la costumbre de manejar borracho?"
El señalamiento de que Javier Corral es un irresponsable al que le tiene sin cuidado el andar manejando borracho su automóvil por las calles no es una invención mía. Hay muchos medios que han documentado este muestra de mala conducta y mal comportamiento, como el sitio web LaPolaka.com que publicó lo siguiente sobre algo ocurrido apenas un año atrás:

Aki Hestubo Jabier Corral
LaPolaka.com
12 de marzo de 2015


Ocho horas detenido por manejar borracho duró el senador panista Javier Corral Jurado, en la ciudad de México.

La semana pasada se aventó unos “copetines” y al ir manejando su vehículo fue detectado por policías, a quienes les valió gorro su fuero de legislador federal.

Ocurrió el pasado 7 de marzo, sobre las calles Francisco Sosa y Tres Cruces de la Delegación Coyoacán,

Fue llevado al Centro de Sanciones Administrativas, mejor conocido como el Torito, donde permaneció ocho horas y salió tras obtener un amparo y pagar una multa.

Debe regresar a cumplir un arresto de 12 horas más, de acuerdo con la ley.

Se asentó que no es la primera vez que lo detienen por su afición a tomar el volante en estado inconveniente.

Enrique Serrano, de haberlo querido realmente, podría haber sacado a la luz todas estas cosas del pasado reciente de Javier Corral. Pero en su mente soberbia y arrogante, el señor de seguro se dijo: "¿Para qué le saco a flote a Javier Corral las cosas negras de su pasado reciente, si al fin y al cabo yo soy el seguro ganador y no tengo que hacer nada más para aumentar las probabilidades de lo que seguramente será una aplastante victoria?". He aquí otra nota sobre lo mismo publicada en el periódico Excélsior:

El senador Javier Corral mete amparo para salir del Torito
Fue detenido el pasado 7 de marzo en Coyoacán; una ficha oficial en poder de Excélsior señala que el senador sólo estuvo 8 horas con 48 minutos en las instalaciones; le restan 12 horas con 12 min Excélsior
12 de marzo de 2015


El senador panista Javier Corral Jurado fue remitido el pasado 7 de marzo al Centro de Sanciones Administrativas e Integración Social, mejor conocido como el Torito, por dar positivo en la prueba de alcoholemia.

Sin embargo, el legislador chihuahuense sólo permaneció ocho horas con 48 minutos en dichas instalaciones, pues tramitó un amparo para quedar en libertad.

Una ficha oficial del Gobierno del Distrito Federal, a la que Excélsior tuvo acceso, señala que el punto de detención fue en la calle de Tres Cruces esquina con Francisco Sosa, en la delegación Coyoacán.

Asimismo, el punto de sanción fue en avenida Universidad esquina con Eje 8 Popocatépetl en la misma demarcación, a las 02:45 horas del pasado sábado.

El senador “salió a las 10:40 horas del día 7 de marzo de 2015 con el amparo número 437/2015 del sexto juzgado de distrito en materia administrativa. Cumplió: 8 horas con 48 minutos. Falta por cumplir: 12 horas con 12 minutos”, señala la ficha del Centro de Sanciones Administrativas e Integración Social.

De acuerdo con el artículo 100 del Reglamento de Tránsito del Distrito Federal, “ninguna persona puede conducir vehículos por la vía pública si tiene una cantidad de alcohol en la sangre superior a 0.8 gramos por litro o de alcohol en aire expirado superior a 0.4 miligramos por litro”.

De acuerdo con la ficha obtenida por este diario, el día de su detención el legislador Corral Jurado dio 0.66 miligramos por litro en la prueba del alcoholímetro, por lo que fue remitido al juez cívico, quien decidó aplicarle una sanción de 21 horas de arresto en el Torito.

El caso de Javier Corral recuerda al ocurrido al senador con licencia del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez, quien el 17 de febrero de 2013 fue remitido al Torito por conducir en estado de ebriedad. El llamado Niño Verde tramitó un amparo para quedar en libertad.

González Martínez debió regresar al día siguiente para completar las 13 horas con 40 minutos que le faltaban, no sin antes admitir que actuó mal al tramitar el amparo para evadir su responsabilidad.

Así como el yanqui texano Javier Corral en el curso de sus campañas negras del 2016 no tuvo ningún rubor ni empacho en estar sacando al aire por televisión cientos de spots difamatorios en contra del gobernador César Duarte como el siguiente spot que muestra a un individuo muy parecido al entonces gobernador César Duarte presumiendo sus bolsas de dinero mal habido (éste spot fue dejado al aire el 10 de marzo de 2016 por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación):




del mismo modo el Partido Revolucionario Institucional en Chihuahua, actuando bajo petición formulada expresamente por su candidato a gobernador Enrique Serrano para responder a las campañas negras del PAN estaba en todo su derecho de responder en especie sacando al aire sus propios cartones mostrando a un tipo muy parecido a Javier Corral pero sin mencionar jamás su nombre manejando su carro completamente borracho arrollando y matando con su vehículo a mujeres y niños a su paso, con la siguiente voz de fondo:
"Chihuahuense, ¿le confiarías la seguridad de tu familia y de tus hijos a un irresponsable al que no le importa manejar su carro en estado de ebriedad y al que no le importa poner en peligro la seguridad de la ciudadanía al cometer tales excesos?"
Esto seguramente habría provocado la ira inmediata del PAN y de Javier Corral, se habrían puesto furiosos y de seguro habrían reclamado la remoción inmediata del spot priista por considerarlo difamatorio. ¿Pero con qué cara podrían haberle pedido Javier Corral y sus compinches panistas al TEPJF la remoción del spot cuando el mismo TEPJF dejó en pie la transmisión de spots difamatorios en contra del gobernador de Chihuahua cuyo nombre ni siquiera estaba en las boletas electorales? De haber pedido el TEPJF la remoción del spot del PRI dejando en pie la transmisión continuada de los spots del PAN, el asunto podría haber llegado hasta la Suprema Corte de Justicia al acusar el PRI al TEPJF de actuar en forma notoriamente inequitativa. Pero no, Enrique Serrano y el PRI simple y sencillamente dejaron que los spots difamatorios de Javier Corral en contra de César Duarte y en contra del PRI continuaran saliendo al aire sin pensar siquiera en responderle de la misma manera al PAN. ¿Para qué, si al fin y al cabo Enrique Serrano ya se sentía tan confiado de poder ganar que podía darse el lujo de ignorar esa andanada de golpes bajos sin querer reconocer que, calumnia tras calumnia, golpe tras golpe, spot tras spot, Javier Corral y sus propagandistas continuaron erosionando la imagen del PRI y de su candidato a la gubernatura? Máxime que hay un dicho que dice "el que calla otorga", y Enrique Serrano se sentía a sí mismo volando tan alto que no le paso por la mente que esa erosión continuada sin darle la respuesta que merecía, en el menor de los casos causó la impresión en muchos votantes la imagen de un candidato blandengue hasta el punto de la miopía.

(3) Veamos otra cosa que Enrique Serrano de haberlo querido realmente le pudo haber echado en cara a Javier Corral que seguramente le habría provocado mucho coraje inclusive a varios de los seguidores de Javier Corral. Se trata de la importante aprobación en el 'senado de la República de la reforma secundaria a la Ley de Telecomunicaciones con la cual se eliminaron los cobros de larga distancia en las llamadas telefónicas, lo cual anteriormente representaba un gasto importante y tremendo que impactaba duramente las economías de las clases más necesitadas. Esto está documentado en varios reportajes como el que apareció en el periódico EL DIARIO DE JUAREZ el viernes 4 de julio d3e 2014 con el titular "Aprueba Senado ley telecom; se elimina cobro por larga distancia". Hoy en día prácticamente nadie cuestiona en México los grandes ahorros que obtuvo la población en general con la eliminación de las tarifas de larga distancia. Sin embargo, y pese a los grandes beneficios por ésta medida, hubo un Senador que votó en contra de ésta reforma secundaria y que, de haberse salido con la suya, habría privado a la población de México de este grande e importante beneficio. Se llama Javier Corral. De haberlo querido realmente, Enrique Serrano pudo haber ordenado a sus militantes de base en el PRI la diseminación masiva de propaganda recordándole a la población de Chihuahua éste hecho con algo como lo siguiente:
"El hombre que hoy te pide tu voto para ser gobernador de Chihuahua votó en contra tuya hace dos años en el Senado de la República al oponerse a la aprobación de la reforma a la ley de telecomunicaciones con la cual se eliminaron por completo los cobros por llamadas telefónicas de larga distancia dentro de México. ¿Y aún así tiene el descaro de pedirte tu voto? ¿Realmente quieres premiar con tu voto al mismo que desde el Senado te quiso perjudicar con el suyo?"
Resulta infantil por no decir estúpida la argumentación de que no se podía hacer este tipo de campañas en contra de alguien que ya de por sí las había estado haciendo inclusive desde antes de lanzarse como candidato a la gubernatura. Quien no respeta las leyes al actuar en contra de los demás no tiene calidad moral para exigirle a los demás que no le hagan lo mismo.

Si Enrique Serrano hubiera contraatacado sin piedad ni misericordia a Javier Corral respondiéndole con ésto en todos los foros posibles, y de cualquier modo Javier Corral le hubiera ganado, el día de hoy Enrique Serrano con toda la razón del mundo podría repetir al pueblo chihuahuense a través de los medios y las entrevistas: "¿Ya ven? Se los dijeSe los advertí a todos en mis discursos y en mi propaganda cuando yo era candidato. Javier Corral había prometido que regresaría el control de la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento al municipio de Ciudad Juárez, y no solo no cumplió con su promesa, sino que se aprovechó para aplicar draconianos aumentos en las tarifas del agua potable de esa misma Junta Municipal de Aguas y Saneamiento que había prometido hacer en cuanto fuera gobernador, todo para financiar el voraz apetito impuestívoro de un gobierno presidido por alguien que ya tenía antecedentes de cometer todo tipo de abusos pegándole duro a los bolsillos de los ciudadanos". Pero como Enrique Serrano cuando era candidato no hizo advertencia alguna ni recordatorio en ésto y sus repercusiones en caso de un gobierno presidido por Javier Corral, Enrique Serrano hoy no tiene cara con qué decir que haya advirtido a los chihuahuenses de nada gritándolo con mil voces a los cuatro vientos. Mientras Javier Corral atacaba al PRI y a su candidato y al gobernador César Duarte con todo lo que podía y todos los recursos a su alcance, Enrique Serrano perdió lastimosamente su tiempo paseándose por el estado comportándose como si ya fuese el gobernador electo, inflando su ego y presumiéndose imparable, sin ponerse a pensar que muchos chihuahuenses lo que veían era a un candidato y a un partido que se quedaban callados ante el golpeteo incesante de parte del candidato panista, guardando silencio porque realmente tenían mucha cola que les pisaran o porque no tenían nada bueno con qué responderle al PAN y a su candidato. Como dice el refrán, el que calla otorga. Y al ignorar todos los ataques feroces y la guerra sucia mediática emprendida por Javier Corral creyéndose el virtual y seguro sucesor de César Duarte, Enrique Serrano otorgó su triunfo a Javier Corral y le otorgó al PRI una dolorosa e histórica derrota que llevó a la caída de Manlio Fabio Beltrones como el líder nacional del PRI. De tal magnitud fue el descalabro prohijado por Enrique Serrano para su propio partido. Beltrones tal vez le debería de haber dado un jalón de orejas a Enrique Serrano, pero ultimadamente dependía del mismo Enrique Serrano el saber moverse, el saber organizarse, el planificar como un buen general y contraatacar las campañas negras de Javier Corral para poder ser merecedor Enrique Serrano de la gubernatura de Chihuahua. Y si algo demostró Enrique Serrano con su indolencia y apatía es que no merecía ocupar tan alto cargo por el cual ni siquiera estuvo dispuesto a luchar a codo partido como debería de haber luchado.

(4) Enrique Serrano, de haberlo querido realmente, pudo haber explotado ventajosamente el hecho de que el yanqui texano tiene dos hermanos, también nacidos en los Estados unidos al igual que él, con antecedentes penales serios. En contra de lo que comúnmente creen muchos, esto no es algo que el gobernador de Chihuahua César Duarte haya descubierto por cuenta propia, ya se sabía desde hace tiempo y salió a la luz en el Congreso de la Unión solo porque César Duarte le respondió en su cara a Javier Corral una de sus virulentas diatribas. Es un hecho que obra en los registros penales de la policía norteamericana que Javier Corral Jurado tiene un hermano llamado Raúl Corral Jurado que fue capturado en Estados Unidos cuando intentaba pasar de México hacia E.E.U.U. 50 kilos de droga, de lo cual obra constancia en el documento EP-02-CR-2036-DB de las cortes federales norteamericanas, un delito grave por el cual el narcohermano de Javier Corral fue sentenciado y enviado a prisión. Su captura ocurrió en 2002. Dos años después, en 2004, Javier Corral quiso ser Gobernador de Chihuahua (no pudo, porque perdió por amplio margen, en ése entonces el pueblo de Chihuahua aún tenía memoria), y de haberlo logrado habría obtenido el control total y absoluto de la Policía Judicial del Estado y de la Procuraduría de Justicia del Estado; esto además de que habría obtenido fuero situándose por encima de la ley por espacio de seis años. ¿Para qué quería tanto poder y tanta garantía de impunidad? Seguiramente para cometer las mismas arbitrariedades que ya está cometiendo ahora. Además de su hermano Raúl Corral, Javier Corral también tiene otro hermano de nombre Roberto Corral Jurado, el cual fue detenido, procesado y sentenciado a 21 meses de prisión en E.E.U.U. por fraude financiero además de ser condenado al pago de 277 mil dólares como compensación por el fraude cometido, de lo cual obra constancia en el docucmento 99-CR-267-DB de las cortes norteamericanas pudiendo afirmarse con certeza que Javier Corral pertenece a una familia de hampones, y muchos dan por hecho de que por sus venas corre sangre de hampones al ser su estirpe de linaje criminal.

(5) Son tantas las cosas con las que Enrique Serrano pudo haber golpeado duramente al yanqui texano Javier Corral que, una vez decidido un contraataque duro y fuerte si hubiera habido la voluntad para emprender el contraataque, no habrían sabido Enrique Serrano ni sus asesores por donde empezar. ¿Qué tal si probamos aquello que se conoce como conflicto de intereses? Esto ocurre cuando alguien utiliza un cargo público para promover sus propios intereses personales y evadir sus propias responsabilidades. Y si en algo es experto Javier Corral es precisamente en éso, evadir responsabilidades y burlar la ley con cuantas chicanas y artilugios puedan encontrar los despachos de abogados que contrata..

Saquemos a flote la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones cuando estaba siendo discutida en el Senado de la República para su aprobación y en su caso para su modificación en donde fuese menester. En su obsesión por ajustar cuentas con Televisa por razones de interés puramente personal, el rencoroso y vengativo Senador Javier Corral Jurado pidió en aquellos días un marcaje personal a los senadores en la Ley de Telecomunicaciones cuando estaba siendo discutida para su aprobación, denunciando furioso una "traición" y un "grotesco conflicto de intereses". De haber sido congruente consigo mismo, en ese entonces el senador Corral habría tenido que marcarse forzosamente a sí mismo, y los expedientes judiciales del senador multi-interés Corral y su familia también deberían haber sido parte de ese marcaje personal para hacer públicos los datos que confirmaran la conclusión de que en el fondo Javier Corral solo buscaba imponer sus propios intereses personales (en contra de Televisa). Javier Corral se convirtió en uno de los adalides de la lucha contra la Ley de Telecomunicaciones porque según él y los que lo acompañaron en su coro dicha ley no castigaba lo suficiente a Televisa. A la vez que Corral pedía casi a gritos el vigilar el voto de los senadores para evitar “conflicto de intereses”, legalmente él también debería haberse excusado por tener personalmente su propio conflicto de intereses con Televisa. Y es que el senador Corral nunca pudo (ni ha podido) digerir la pérdida de una casa suya embargada por sus deudas privadas con Televisa. Su oposición como Senador en el Senado de la República a la Reforma en la Ley de Telecomunicaciones de 2014 siempre tuvo como verdadera causa ese litigio personal suyo con la empresa privada Televisa. El litigio se estuvo extendiendo desde 2005 hasta 2014 con seis edictos que ordenaron el remate de dicha propiedad del Senador Javier Corral por incumplimiento de pago. Lo último que se supo de este asunto en 2016 es que la sentencia a pagar que emitió el juez en contra de Javier Corral no había sido cumplida. En el expediente 335/2007 Javier Corral quiso chamaquear al juez con el argumento de que estaba prohibida la contratación de publicidad política en televisión, pese a que él sí había (y sigue siendo) sido contratante de publicidad por televisión -y por lo tanto si se hubiera aplicado a sí mismo su propia vara Javier Corral también habría sido un delincuente- pero la reforma restrictiva entró en vigor en 2006. Legalmente Corral Jurado, traficando sus influencias, estuvo cometiendo un delito violatorio de la Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y de “los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que rigen el servicio público”, según señala el artículo 7 de esa Ley. La fracción XI del artículo 8 señala la obligación legal de servidores públicos señalados en la misma Ley de: “Excusarse de intervenir, por motivo de su encargo, en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asunto en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquéllos de los que pueda resultar algún beneficio para él…”. Javier Corral está acostumbrado a querer perseguir conflictos de interés en los demás y ver maldad y corrupción en quienes no están de lado suyo a la vez que ha tenido su propio prolongado conflicto de interés con Televisa además de muchos otros conflictos de interés. El yanqui texano Javier Corral, amparado en su fuero (para esas cosas ha servido el fuero a las mil maravillas, para cobijar a legisladores-delincuentesde cuello blanco, ese fuero a cuya derogación tanto se ha opuesto Javier Corral sobre todo siendo gobernador de Chihuahua), se negó a cumplir con la orden del juez que lo ordenó a pagar lo que debía pagar a causa de su incumplimiento. Y la falta de pago a Televisa no era porque le faltara dinero a Javier Corral. Por otro lado y en un hecho distinto, cuando un particular presentó una denuncia en contra de Javier Corral radicada en el expediente AP 488/2015 de la Agencia 12 del Ministerio Publico Federal, salió a relucir que Javier Corral poseía ya bienes catastrales con un valor de 18.3 millones de pesos. Hasta la Ciudad de México se trasladaron alrededor de 25 tarahumaras para entregar una carta a la Comisión de Derechos Humanos del Senado para acusar a Javier Corral de encabezar un grupo de personas que se dedica a evitar el desarrollo de la región impidiendo la construcción de un aeropuerto en Creel así como el avance del gasoducto, asegurando que Corral traficando sus influencias como senador contaba con una vivienda dentro del Parque Nacional Cascada de Basaseachi pese a que es una área protegida (los tarahumaras fueron recibidos por los senadores Patricio Martinez, David Monreal e Isidro Pedraza). Todas estas cosas las podría haber documentado fácilmente con copias de expedientes oficiales el entonces gobernador César Duarte, a petición expresa del candidato priista Enrique Serrano, para exhibir y golpear de mil maneras a Javier Corral. Pero la mayoría de la gente de Chihuahua no se dió cuenta de nada de ésto ni se acordó de todo ésto porque quien debería de haberle refrescado públicamente la memoria a Javier Corral en plena campaña electoral de 2016 hubiera sido el entonces candidato Enrique Serrano. Estaba más que obligado a ello si realmente hubiera querido ganar en las urnas conquistando el voto de una mayoría de chihuahuenses asustados al ver los expedientes negros de Javier Corral sacados a flote en plena campaña electoral. ¿Pero para qué el enorgullecido Enrique Serrano se iba a "rebajar" a presentar públicamente tales denuncias en contra del candidato Javier Corral, si al fin y al cabo Enrique Serrano ya se sentía el seguro ganador por amplio margen de acuerdo con sus propios sondeos de opiniónen que le elaboraban a su gusto las empresas pseudo-encuestadoras que se esfuerzan más por complacer al cliente que por revelarle la verdad por dura que ésta sea?

En rigor de verdad, el más asombrado en la contienda electoral de 2016 por la gubernatura de Chihuahua debió de haber sido el yanqui texano Javier Corral, al ver que el candidato oficial Enrique Serrano prácticamente no usó nada de lo mucho que podría haber usado en contra de Javier Corral para ponerlo en ridículo y desacreditarlo por completo ante toda la sociedad chihuahuense. Posiblemente al acercarse el final de la contienda, Javier Corral concluyó que Enrique Serrano, al comportarse como un perfecto imbécil en las lides del terreno político, dejándose ganar por alguien al que con sus antedeentes debería de haber tenido pocas probablidades de triunfo, fue porque realmente lo era.

Hemos visto arriba apenas unas cuantas de las muchísimas cosas con las que Enrique Serran podría haber hecho papilla a Javier Corral en un debate público, de haberlo querido realmente. Hay otras que están documentadas en otros trabajos míos de los cuales doy referencias más abajo. Pero al no usar absolutamente nada de lo mucho que tenía en contra de Javier Corral, permitió que Javier Corral le tomara la ventaja en la carrera por la gubernatura en 2016. En buena medida, Enrique Serrano fue el casusante de su propia derrota, y pagó bien caro su desmedido orgullo y su soberbia.

Bueno, tengo que hacer una aclaración: quizá algo que sí usó Enrique Serrano en contra de Javier Corral fue un spot de televisión en el cual aparecía una banda norteña repitiendo un estribillo con la letra: "¿Y en dónde andaban?" Sin embargo, prácticamente nadie en Chihuahua sabía a qué se refería el mentado estribillo ni qué impuortancia pudiera tener en la contienda electoral. Hubiera sido mucho más impactante que Enrique Serrano, de haberlo querido realmente, hubiera aparecido en spots priistas de radio y televisión dicendo algo como ésto.
"Cuando Javier Corral no ocupaba cargo público federal alguno en el Congreso ni puesto público alguno en la Ciudad de México, justo cuando la violencia aquí en Chihuahua estaba al máximo a causa de la guerra contra el narco desatada por el panista Felipe Calderón, Javier Corral optó por quedarse a vivir cómodamente en la Ciudad de México dando clases en la UNAM mientras que a Francisco Barrio el presidente Felipe Calderón lo envió hasta Canadá como embajador a petición del mismo Barrio, trasladándolo lo más lejos posible de Chihuahua a expensas del erario público, para que ambos Corral y Barrio nos estuvieran dando desde muy lejos todo su apoyo moral compadeciéndose de nosotros y nuestras desgracias a causa de al narcoviolencia, pero eso sí, dejándonos solos con el problema de la inseguridad en Chihuahua mientras lo resolvía César Duarte. Así pues, ¿y en dónde andaban cuando la cosa se puso dura en Chihuahua? Pues lo más lejos posible, como lo hacen los cobardes."
En vez de hacer tal cosa, Enrique Serrano optó por esconderse rehuyendo el debate abierto con los demás contendientes a la gubernatura como "Chacho" Barraza, de lo cual leemos lo siguiente:




“¿DÓNDE SE ESCONDE SEÑOR SERRANO? PÍDALE PERMISO A SU JEFE DUARTE PARA DEBATIR”: CHACHO BARRAZA RETA AL PRIÍSTA
SegundoASegundo.com
9 de mayo de 2016


Chacho Barraza se lanza en redes sociales contra el candidato del PRI, “Debatamos, donde y cuando quieras” le retó.

El candidato independiente Chacho Barraza aseguró en un video que el candidato del PRI Enrique Serrano tiene miedo a debatir pues ya son dos foros entre candidatos que ha faltado y todo parece indicar que no se presentará en el debate programado por el Instituto Electoral.

En un video publicado en su cuenta de facebook, Chacho retó al priísta quien se encuentra en la Ciudad de México en estos momentos.

¿Y con estas muestras de "valor chihuahuense" quería Enrique Serrano que la gente de Chihuahua saliera a la calle a votar masivamente por él? ¿Éste era el "valeroso" candidato priista que iba a enfrentar con entereza y coraje el problema de la inseguridad? Seguramente habrá dicho Enrique Serrano, inflado de soberbia: "¿Para qué pierdo mi tiempo valioso debatiendo con esos mequetrefes que no valen nada y a todos los cuales les voy a ganar porque yo la tengo segura y no tengo que hacer nada más de lo que ya estoy haciendo para que la gente salga a votar por mí? Mejor me pongo a pensar en cómo usaré la gubernatura de Chihuahua para proyectarme para la presidencia de México para la cual de seguro yo voy a ser el favorito del PRI y el favorito de todos".

De todas las pifias que cometió el pseudo-político Enrique Serrano, quizá la peor de todas fue el haber desairado los encuentros entre los candidatos a la gubernatura organizados por los estudiantes del Tecnológico de Monterrey tanto en Ciudad Juárez como en la ciudad de Chihuahua, precisamente las dos ciudades más importantes y más pobladas del estado. El priista Enrique Serrano fue el único candidato de los seis que contendían por la Gubernatura que estuvo ausente en los dos eventos, lo que fue criticado por sus adversarios del PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Morena y el independiente Chacho Barraza. En un desplante de soberbia y arrogancia, Enrique Serrano dijo que no estaba interesado en tomar parte de "un concurso de oratoria". En las notas periodísticas, la silla vacía que había sido reservada para el candidato del PRI es más que obvia. El efecto fue doblemente devastador para Enrique Serrano, porque al estar ausente el candidato oficial los demás candidatos se encargaron de convertir en pulpa molida a Enrique Serrano sin que tuviera oportunidad de defenderse o responder a los duros señalamientos que se le hicieron en su ausencia. Lo hicieron picadillo quedando muy mal parado. Pero además de la indefensión en la que el mismo Enrique Serrano se puso (se comenta mucho que se trata de la misma pifia que cometió Andrés Manuel López Obrador en 2006, el no haber asistido al debate presidencial creyendo segura su victoria sin anticipar que tal actitud de arrogancia le costaría los votos de castigo que le llegaron en las urnas haciéndole perder por un margen tan escaso que de seguro todavía se arrepiente de haber sido tan arrogante), ocurrió otra cosas. Resulta que los estudiantes universitarios, todos ellos en edad de votar, al sentirse despreciados por el arrogante candidato del PRI empezaron a unirse masivamente en contra de Enrique Serrano para cobrarle en las urnas las facturas de su desprecio al estudiantado chihuahuense en donde más le puede dolar a un candidato hoy en día, en las redes sociales. Las elecciones del nuevo milenio en México no se ganan con miles de acarreados a mítines organizados por centrales obreras vetustas que muestran ya los síntomas de la arterioesclerosis, se ganan en las redes sociales, con oleadas de gente formando opinión a la velocidad de la luz. Y esos estudiantes universitarios a los que Enrique Serrano despreció con su ausencia se encargaron de arruinarle la fiesta. Si con su soberbia y su actitud de desprecio Enrique Serrano les dió a entender a los jóvenes universitarios de Chihuahua que no los necesitaba para nada, los jóvenes chihuahuenses en edad de votar se empezaron a comunicar entre sí en las redes sociales a la velocidad de la luz para terminar enviándole una respuesta el día de la votación y cobrarle la factura a Enrique Serrano. "¿Así que somos poca cosa para tí, Enrique Serrrano? Te vamos a demostrar cuán poca cosa eres para nosotros". Todo lo cual de seguro puso feliz al yanqui texano Javier Corral, porque tal vez ni siquiera él mismo anticipaba que Enrique Serrano en un excesivo derroche de confianza mostrando un orgullo soberbio pudiera atreverse a incurrir en tal pifia. Aquí fue Enrique Serrano el que se encargó de meterse un autogol. Él fue quien se metió su propia zancadilla que fue decisiva en tumbarlo. El mejor aliado que tuvo Javier Corral para su triunfo es el político inepto que se dejó ganar, en contraste con otros políticos priistas chihuahuenses mucho más experimentados que no se habrían quedado cruzados de brazos ante las embestidas de Javier Corral y sus corifeos.

El desplante soberbio de ignorar a los estudiantes universitarios del estado de Chihuahua ninguneándolos como si fueran poca cosa no fue una simple ocurrencia de última hora, fue el acuerdo de una "brillante" estrategia de campaña (sugerida quizá con mala y doble intención por algún infiltrado pro-Javier Corral dentro del PRI persuadiendo a los altos niveles priistas de incurrir en dicho yerro), lo cual es posible afirmar con plena certeza porque el candidato priista a la importante alcaldía de Ciudad Juárez, Héctor "Teto" Murguía Lardizábal, quien también se creía seguro vencedor, hizo exactamente lo mismo que Enrique Serrano, desairó el encuentro entre candidatos al cual convocaron los estudiantes universitarios de Ciudad Juárez celebrado el martes 3 de mayo de 2016 en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Monterrey Campus Juárez. Y el "Teto" que al igual que Enrique Serrano se creía invencible y seguro triunfador, también perdió en las urnas en las elecciones celebradas el domingo 5 de junio de 2016. Los dos pagaron caro su soberbia, y los dos recibieron su castigo y una lección de humildad que debería ser asimilada por aquellos que aspiren a contender por cargos públicos ya sea lanzados por algún partido o como candidatos independientes. En ese encuentro estuvieron presentes todos los demás candidatos como Vicky Caraveo (por el PAN), Lluvia Luna (por el PRD), Juan Carlos Loera de la Rosa (por Morena), Juan Domínguez (por el Partido Encuentro Social), y el candidato independiente Armando Cabada (quien fue el que resultó triunfador el día de las elecciones acabando con la soberbia de "Teto" Murguía), todos estuvieron allí excepto "Teto" Muguía cuya silla vacía en el evento fue emblemática del priista arrogante que solo tiene tiempo para entrevistas con los medios de comunicación y para acudir a manifestaciones multitudinarias de apoyo para recibir los aplausos de los "acarreados" por las vetustas centrales obreras afiliadas al obsoleto sistema corporativista del PRI que hoy son inútiles para producir votos favorables en las urnas. La ausencia del candidato priista a la alcaldía de Ciudad Juárez fue aprovechada por los demás candidatos que sí fueron para hacer "picadillo" al PRI y a su candidato oficial. Aún suponiendo que alguien haya malaconsejado deliberadamente tanto a Enrique Serrano como al "Teto" Murguía para que incurrieran en tales desplantes de soberbia que terminarían costándoles a ambos una vasta de red de apoyo a través de las redes sociales de muchos jóvenes en edad de votar, era potestad plena y exclusiva de Enrique Serrano si realmente hubiera querido ganar el acudir a tales eventos en lugar de despreciarlos y recibir el repudio precisamente de las nuevas generaciones. Javier Corral sí fue a ambos encuentros porque sabía que estaba luchando "contra corriente" y estaba dispuesto a luchar con todo, inclusive con guerra sucia y golpes mediáticos repletos de calumnias y difamaciones, con tal de ser gobernador de Chihuahua; mientras que Enrique Serrano no luchó, no peleó, y por lo tanto no ganó.

La negra actuación del yanqui texano Javier Corral como gobernador de Chihuahua tan solo en su primer año de gobierno no es más que el resultado de todos los fallos de carácter de éste energúmeno berrinchudo y vengativo. Lo que hoy está sucediendo en Chihuahua no es más que la consecuencia de lo que ya se esperaba que sucedería con alguien como Javier Corral colocado en la cima del poder. Dados los pésimos antecedents de Javier Corral, refrendados posteriormente en 2017 con todas las cosas deplorables que se tienen documentadas sobre las barbaridades en que ha incurrido en su gobierno, había muchas razones de peso para luchar haciendo todo lo posible y hasta lo imposible para impedir que un individuo tan enfermo como Javier Corral pudiera amasar en sus manos todo el poderío de algo tan importante como la gubernatura de Chihuahua. Desafortunadamente, no solo muchos chihuahuenses no recordaban o de plano no estaban enterados acerca de los pésimos antecedentes de Javier Corral sobre todo cuando el PAN gobernó Chihuahua tres décadas atrás, inclusive al interior del PRI muchos militantes de base tampoco estaban enterados del negro historial de Javier Corral, porque en 2016 al interior del PRI no se hizo ninguna diseminación de información ni campaña alguna de concientización ni se llevaron a cabo seminarios o reuniones informativas con las bases con el objetivo de proporcionarles el historial comploeto de antecedentes que identifican al verdadero Javier Corral. Y sin tal información en sus manos, ¿cómo se podía esperar entonces que los militantes priistas de base, esos que salen a las calles para tratar de convencer a la gente de votar por su candidato, pudieran rebatir con hechos y datos verídicos a los simpatizantes de Javier Corral? Alguien dentro del PRI como el candidato Enrique Serrano debería de haber puesto en marcha tales reuniones informativas repartiendo incluso manuales conteniendo los datos biográficos negros de Javier Corral para poder darle así a las bases los elementos necesarios para enfrentarse en igualdad de condiciones en el campo a la gente de Javier Corral. Pero nunca hubo tal. ¿Para qué perder el tiempo en preparar a conciencia a los militantes de base informándoles sobre todos los negros antecedentes de Javier Corral, si el ego inflado daba por hecho consumado que el pueblo de Chihuahua saldría a las urnas a votar abrumadoramente por Enrique Serrano sin que las campañas negras de Javier Corral lograsen convencer a nadie? Haber ninguneado a las mismas bases priistas negándoles las armas para la lucha terminó dejando a Enrique Serrano completamente solo, con las mismas priistas venidas a menos.

En la derrota de Enrique Serrano en 2016 hay una "cereza en el pastel". Se trata de las acusaciones ya formalizadas de un desvío de fondos del gobierno estatal presidido por el priista César Duarte a las arcas del PRI en Chihuahua para garantizar con ese derroche de recursos salidos del eradio público el triunfo de Enrique Serrano. Esto es lo que dijo al respecto el portal SDPNoticias:

Desvió César Duarte recursos de Chihuahua para campañas del PRI
PAOLA GAMBOA, SDPNOTICIAS.COM
Miércoles 14 de junio de 2017 22:03


El gobernador del estado de Chihuahua, Javier Corral, informó que el ex mandatario César Duarte no solo desvió recursos estatales al Partido Revolucionario Institucional (PRI) sino que también financió campañas electorales en diferentes estados del país del 2012 al 2016.

"Hay abiertos distintos expedientes de otras transferencias de recursos públicos del PRI a candidatos de diferentes estados para campañas políticas desde el 2012 hasta el 2016. El gobierno de Chihuahua no solo hacia transferencias mensuales al PRI sino que también financió campañas políticas de otros candidatos del país", aseguró Corral.

Explicó que a raíz de ello se presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), a través de la Secretaria de la Función Pública de Chihuahua, por el delito de peculado electoral en ese estado.

El desvío de recursos a favor del PRI es algo que ya ha pasado a manos de la FEPADE, y sin haberse presentado aún una denuncia debidamente fundamentada por enriquecimiento ilícito en contra de César Duarte, el desvío de recursos a favor del PRI resultó algo completamente inesperado que les habrá caído a Javier Corral y a los panistas como algo "llovido del cielo". Y esto pone en la picota la cabeza de Enrique Serrano quien al enterarse de las acusaciones de desvío de recursos a favor del PRI empezó a "chillar" refrendando sus acusaciones previas de revanchismo político. Esto apareció en el periódico NORTE DIGITAL:

Acusa Serrano revanchismo contra ex funcionarios de Duarte
Pide ex alcalde de Juarez y excandidato a gobernador del PRI, trato justo y apegado a Derecho con detenidos
NORTE DE CIUDAD JUAREZ
28 de marzo de 2017


El excaldalde de Ciudad Juárez y ex candidato a gobernador por el PRI, Enrique Serrano Escobar, acusó a la autoridad estatal de actuar con revanchismo en contra de funcionarios de la anterior administración estatal a quienes se ha detenido en la ciudad de Chihuahua, en las últimas horas.

"Siento como que hay un revanchismo y una persecusión, estoy enterado que hicieron una larga lista de personas que trabajaron en el gobierno del estado cercanos a Duarte todos, y luego se pidió que le buscaran a ver qué le encontraban a cada uno", expresó Serrano en entrevista con NORTE.

De acuerdo con el ex alcalde juarense sería muy diferente cuando hay una denuncia de hechos, "sobre algún aspecto", y que implica que se deba proceder a una investigación "y todo lo que sigue".

El problema para Enrique Serrano es que hay elementos para suponer que efectivamente sí hubo tal desvío de recursos de las arcas públicas del estado a favor del PRI, dinero obtenido a través de una retención obligatoria que aparecía como un porcentaje en los sueldos de nómina de empleados estatales. No se trata de enriquecimiento ilícito personal con el dinero desviado, se trata solo de dinero desviado a favor del PRI. Pero esto en la actualidad está severamente penado, y la FEPADE así la PGR pueden colgar del pescuezo a quien se le acrediten tales desvíos y a quienes resultaron beneficiados con tales desvíos. Y en 2016, el principal beneficiario de los desvíos de recursos del estado al PRI tenía que ser necesariamente Enrique Serrano Escobar.

El desvío de recursos de las arcas estatales a la campaña en pos de la gubernatura de Enrique Serrano en 2016 se antoja como algo increíblemente estúpido si es que así se dieron las cosas, por el simple hecho de que el PRI en Chihuahua ya de por sí estaba recibiendo legalmente un financiamiento público multimillonario de parte del INE (a través del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua) para su sostenimiento y desarrollo de promociones electorales en el año electoral 2016. ¿Para qué querían más dinero en el PRI en 2016 además del enorme financiamiento público que ya se les estaba dando legalmente con fondos proporcionados por el Congreso de la Unión? ¿No les era suficiente lo que ya estaban recibiendo? ¿Acaso no tenía el candidato a la gubernatura Enrique Serrano suficientes mecenas entre la clase empresarial sobre todo entre los magnates de las empresas constructoras que le hacen obras al gobierno como para poder obtener todo el dinero que hubiera requerido sin tener que recibir un solo centavo salido de las arcas públicas? Tal avorazamiento por más y más dinero rebasando incluso los topes legales de campaña autorizados por las leyes electorales demostraría necesariamente tan pobre confianza en el candidato cuya inepitud e incompetencia se trataría de compensar en todo caso metiendo una cantidad enorme de recursos para poder sacarlo a flote. Y aún así de todos modos perdió en 2016, demostrando Enrique Serrano no haber sido la persona idónea para contender por tan alto cargo.

Si las acusaciones en contra de César Duarte por haber desviado recursos del erario público a las campañas del PRI se sostienen, ¿quién en su sano juicio va a creerle al defenestrado candidato priista Enrique Serrano que no sabía absolutamente nada de las sumas de dinero que le estaban entrando ilegalmente a sus fondos de campaña? Si lo sabía, entonces era un cómplice que ahora niega haber sido cómplice en un grave delito electoral, y si no lo sabía, entonces es tan pésimo administrador que ni siquiera sabe contar los recursos de que dispone y la procedencia de los mismoa sin lo cual nadie es capaz de poder gobernar un estado tan grande como Chihuahua. De que pueda haber mucho revanchismo del yanqui texano Javier Corral en contra de César Duarte y todos sus allegados así como en contra del PRI y todos los priistas, es algo que se puede tomar como hecho consumado. Pero si los mismos priistas como Enrique Serrano y César Duarte incurrieron en cosas ilegales para hacerle más fácil a Javier Corral su revanchismo político, de ello estos priistas corruptos tienen que cargar con todo el peso de la culpa.

En otros tiempos no tan lejanos, cuando el estado (y por ende el PRI) dejó de tener el control directo de los procesos electorales, en el PRI había voluntarios que mantenían al día las hemerotecas internas para poder sacar en contra de sus adversarios todo tipo de datos llegado el momento de cualquier justa electoral. Un ejemplo de ello es el desplegado publicado como una inserción pagada en el periódico EL DIARIO DE JUAREZ el domingo 28 de junio de 1998 en la página 12 de la primera sección en donde apareció la siguiente denuncia:

“El Inspector General de Tránsito, Martín Vargas Téllez, además de percibir sueldo como funcionario de primer nivel del Gobierno del Estado, recibe ingresos por trabajos de perforación de Pozos efectuados a la Oficina de Infraestructura Rural, dependencia en la que Joaquín Mesta Soulé estuvo inmiscuído en malos manejos.

Los recibos que Martín Vargas Téllez expide no reúnen requisitos fiscales, por lo que deberá investigarse si se trata de un caso de evasión fiscal. Martín Vargas, además de violar la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, perjudica a los empresarios chihuahuenses que ante la crisis económica no reciben apoyo de los programas que el gobierno realiza.

La Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Chihuahua en su Artículo 23, Fracción XII, establece que todo servidor público tiene la obligación de:

“Excusarse de intervenir en cualquier forma en asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios”.

Este es un ejemplo más de un claro conflicto de intereses, tráfico de influencias y deshonestidad de los funcionarios públicos.

Con razón el lema del IV informe (de gobierno de Francisco Barrio Terrazas):

‘VALE LA PENA, VAMOS POR MAS’ NO SON CALUMNIAS, TODOS LOS CASOS ESTAN DOCUMENTADOS.”

La publicación acusatoria del PRI anexó el fotocopiado de un cheque (expedido por la Oficina de Infraestructura Rural el 31 de Enero de 1996 a nombre de Aforos Marva y/o Martín Vargas Téllez) y un recibo (expedido por Aforos Marva el 18 de Enero de 1996). Esta es la prueba documental principal aportada para sustentar las acusaciones:


Esta fue tan solo una inserción entre varias otras, la mayoría de ellas sólidamente documentadas, que voluntarios trabajando dentro del PRI estuvieron recolectando a lo largo de meses y años y guardando cuidadosamente en sus hemerotecas para usar el arsenal acumulado de pruebas a su disposición en el momento oportuno como parte de una estrategia de altura. ¿Sirvió de algo la estrategia? Se debe suponer que sí, porque con todas estas inserciones pagadas, el PAN perdió la gubernatura de Chihuahua en 1998 regresando la gubernatura al PRI a manos de Patricio Martínez (que posteriormente sufrió un atentado en contra de su vida con un balazo en la cabeza y cuyos autores intelectuales siguen sin ser identificados), y el PAN ya no volvió a recuperar la gubernatura de Chihuahua sino hasta 2016 cuando el PAN además de su guerra sucia coordinada en persona por Javier Corral desplegó un verdadero ejército de ciberoperadores para manipular la opinión pública, sobre todo la de los votantes más jóvenes, con el propósito de influenciar a la mayor cantidad posible de electores para votar en contra de Enrique Serrano en una estrategia novedosa para la cual el PRI estaba completamente impreparado (hay más información sobre ésto en mi trabajo El Día que Reventó la Caldera), restándole votos a Enrique Serrano con la esperanza de que todos esos votos se fueran para el PAN como a fin de cuentas sucedió.

La catástrofe del PRI en Chihuahua en 2016, sumada a reveses en otros estados, obligó a Manlio Fabio Beltrones a renunciar a la dirigencia nacional del PRI absorbiendo los costos políticos por la derrota, haciéndole creer con su renuncia erróneamente a Enrique Serrano que la renuncia de Manlio Fabio constituía una especie de exoneración para Enrique Serrano, siendo que él tenía tanta culpa o quizá mucho más culpa que Manlio Fabio Beltrones por la debacle priista en Chihuahua. El mea culpa de Manlio Fabio Beltrones no sirvió en nada para bajarle aunque fuese un poco los humos al ensoberbecido pero humillado ex candidato Enrique Serrano, dándole validez al dicho "la victoria tiene mil padres, la derrota es huérfana".

Al llegar el 2016, en las oficinas locales del PRI ya no tenían voluntarios que hubieran estado recortando notas periodísticas, recopilando y documentando cuidadosamente todas aquellas cosas que pudieran ser usadas en contra de adversarios peligrosos como Javier Corral. Todo lo que tenían era un staff de acomodaticios inútiles que se comportaban como burócratas sin producir nada útil, incapaces de planificar y diseñar estrategias para evitar perder la gubernatura de Chihuahua como ocurrió en 2016. Si alguien les hubiera llevado todos los expedientes y datos que potencialmente hubieran podído ser usados para parar en seco al yanqui texano Javier Corral, lo más probable es que no habrían utilizado absolutamente nada en su contra de lo que se les hubiera llevado y ni siquiera habrían dado las gracias por la ayuda. ¿Y así esperaba Enrique Serrano poder ganar? De hecho, el comportamiento apático mostrado por unos buenos-para-nada era más sugestivo de quienes en vez de estar luchando con todo para poder ganar hacían lo contrario, hacer lo menos posible para así dejarse ganar.

La debacle priista provocada por la pésima estrategia (si es que se puede decir que hubo alguna estrategia) de campaña de Enrique Serrano fue de tal magnitud que hasta aquellos priistas que contendían por una diputación en el Congreso del Estado de Chihuahua fueron arrasados en las urnas a tal grado que el Partido Acción Nacional obtuvo una aplastante mayoría en el Congreso del Estado, suficiente para darle todo su apoyo incluso en forma sumisa y complaciente a Javier Corral, borrando de tajo con la separación de poderes entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo. He aquí la lista de los diputados por mayoría relativa de la LXV Legislatura del Congreso del Estado de Chihuahua que entró en funciones el 1 de octubre de 2016 para concluír hasta el 31 de agosto de 2018:




Y ésta es la lista de los diputados por representación proporcional de la misma LXV Legislatura del Congreso del Estado de Chihuahua, los plurinominales que conforman lo que se conoce como "la chiquillada" y cuyos nombres nunca aparecen en las boletas electorales, útiles únicamente para dar una simulación de democracia en la política chihuahuense:




Quizá los aspirantes priistas a obtener una diputación estatal en 2016, al darse cuenta de la tibia y arrogante campaña política con la que se estaba conduciendo el pedante Enrique Serrano, se deberían haber rebelado y por cuenta propia deberían de haber sacado todas las armas disponibles en contra de Javier Corral. No lo hicieron quizá por temor a ser tachados como indisciplinados, o quizá simplemente porque se acobardaron, pero el caso es que a fin de cuentas terminaron perdiendo prácticamente todo al secundar a un candidato priista a la gubernatura entregado a malgastar el tiempo limitado de campaña paseándose de un lado a otro inflado como pavo real y concediendo "audiencias" en su calidad de "virtual" pre-gobernador. Lo menos que podrían haber hecho los contendientes del PRI a una diputación estatal en Chihuahua 2016  hubiera sido estarle recordando a la gente antes de las elecciones que pese a que los miembros y militantes del Partido Acción Nacional que se supone de derecha presumen a su vez de ser "muy católicos y conservadores", no fueron ellos a quienes hay que darles las gracias por el éxito de la histórica visita del Papa Francisco a Ciudad Juárez en 2016, la primera vez que un Papa visita la ciudad norteña más importante de Chihuahua. El Papa Francisco accedió a la visita tras un intenso trabajo de Enrique Serrano en 2015 cuando era alcalde de Ciudad Juárez. Y una vez concretado el acuerdo para la visita, fue Javier González Mocken, el alcalde suplente priista de Ciudad Juárez, el que se encargó de la coordinación y la planeación para la celebración del evento masivo que puso a Ciudad Juárez en el mapa mundial. Ninguno de los "devotos católicos" del PAN movió un solo dedo para contribuír al éxito incuestionable de la visita papal porque estaban muy ocupados en las campañas negras orquestadas por Javier Corral para lograr la gubernatura de Chihuahua. Pero ni siquiera eso hizo ninguno de los candidatos del PRI que aspiraban a ocupar una diputación estatal. Ni siquiera éso se les ocurrió hacer.

La aplastante mayoría panista en el Congreso estatal lograda con la despiadada guerra sucia de 2016 de Javier Corral que no fue contestada como se debería de haber contestado fue la que le permitió al yanqui texano Javier Corral congelar indefinidamente en el Congreso de Chihuahua todos los esfuerzos de la oposición para hacer realidad la eliminación del privilegio del fuero en Chihuahua, y en lugar de hacer tal cosa atendiendo los reclamos de la ciudadanía al respecto los diputados panistas abusando de su mayoría avasalladora mejor se dedicaron a hacer otras cosas, siempre obedientes y disciplinados a las instrucciones giradas por el yanqui texano desde el Palacio de Gobierno en la Ciudad de Chihuahua, aprobando "al vapor" leyes tales como la que pone todas las trabas posibles a la reelección de candidatos independientes a los cuales Javier Corral y sus compinches panistas ven como una verdadera amenaza al gobierno panista del yanqui texano. Unicamente el partido Morena se opuso a tales "avances democráticos".

Erraron en grande Enrique Serrano y el gobernador César Duarte al no haber usado en contra de Javier Corral algo de lo mucho con lo que le podrían haber respondido sus arrebatos de mesianismo demagógico y sus ataques vitriólicos y propaganda de guerra sucia, erraron al haber creído, casi estúpidamente, que Javier Corral les mostraría caballerosidad y hasta gratitud por habérsele "respetado" durante la campaña de 2016 no sacando a flote las cosas negras sobre su pasado, suponiendo que Javier Corral correspondería a tales muestras de civilidad sin rencores dejándolos continuar en paz con sus vidas. En vez de hacer tal cosa, Javier Corral desplegó implacable todo su poderío y todo el poder de su fiscalía y de sus recursos mediáticos para refundir y tratar de destruír no solo a Enrique Serrano y César Duarte sino a cualquier "duartista" o sospechoso de ser "duartista" golpeándolos a todos sin piedad ni consideración en un festín revanchista convertido en una verdadera cacería de brujas. Esto es lo único que se puede esperar de gente tan ruín, tan ingrata y tan rencorosa como Javier Corral, esta es la clase de gratitud que se puede esperar de quien no agradece nada a nadie ni muestra respeto y consideración hacia quienes cortesmente se aguantan las ganas de responderle como se merece. Así es y así ha sido siempre Javier Corral, sin ninguna lástima hacia el vencido, sin ninguna compasión hacia el derrotado, sin ninguna generosidad como la que se suele mostrar en la victoria hacia el caído, y por el contrario gusta de patear con la punta del pie al adversario que yace a sus pies.

No sólo Enrique Serrano refundió al PRI en Chihuahua en 2016 contribuyendo con su soberbia y arrogancia a una derrota catastrófica que se podría haber evitado con otro candidato con más empuje y más cerebro. Poco tiempo después Enrique Serrano tuvo oportunidad de sobra para refrendar su fama como un mal planeador y pésimo estratega que lo único que puede provocarle al PRI son más derrotas. Ello ocurrió con las elecciones celebradas en Nayarit el 4 de junio de 2017. Resulta que Enrique Serrano moviendo sus palancas dentro del PRI y recurriendo a sus amigotes y recomendados logró convencerlos de que él era un hombre idóneo para llevar al PRI a una gloriosa victoria en 2017 en por lo menos una de las gubernaturas en disputa. Y logró convencerlos, pero solo en parte. No fueron tan estúpidos en los altos mandos del PRI como para confiarle a Enrique Serrano la planeación de las estrategias electorales a ser llevadas a cabo en las importantísimas elecciones del Estado de México en el año 2017 (un estado en donde la derrota se hubiera interpretado como parte de la agonía final de un otrora partido invencible), pero aceptaron darle una oportunidad a Enrique Serrano confiándole el trabajo de llevar al PRI al triunfo en un estado minúsculo y en el cual la derrota del PRI no llamara tanto la atención, el estado de Nayarit.

¿Y qué fue lo que sucedió? Pues que el PRI en Nayarit perdió, y perdió por tan amplio margen que al candidato hayarita del PRI Antonio Echevarría no le quedó más remedio que aceptar en cuestión de unas cuantas horas su derrota, quizá echándole al mismo tiempo en voz baja varias pestes al campeóm de las derrotas Enrique Serrano Escobar. Así, nuevamente, Enrique Serrano volvió a perder ante el PAN, pero esta vez en Nayarit. Una derrota más lograda gracias a la inexperiencia e ineptitud de Enrique Serrano quien cree que todavía puede tener futuro político en vez de resignarse a buscar otro modo de vida como abrir una tienda de abarrotes o dedicarse a la plomería, o sea algo en lo que esté mejor preparado. Lo ocurrido en Nayarit en 2017 no sucedió en otros dos estados, Coahuila y el Estado de México, en donde pese a los cuestionamientos de cualquier modo el PRI logró ganar en las elecciones para la gubernatura. Esto es lo que reportó el portal Web Nacion321.com sobre los resultados de las elecciones en Nayarit

Antonio Echevarría y la coalición “Juntos por ti”, del PAN, PRD, PT y el Partido local PRS, ganó la elección de la gubernatura de Nayarit con 197 mil 700 votos, que representan el 38.63%.

Esto luego de que este jueves por la noche concluyó el cómputo oficial de la elección de gobernador en Nayarit en los 20 consejos electorales municipales, encargados de la revisión de las actas de las mil 624 casillas instaladas el domingo pasado.

De acuerdo con este resultado, Manuel Cota y la coalición “Nayarit de todos”, integrada por el PRI, Partido Verde y PANAL, quedó en segundo lugar con 135 mil 659 votos, 26.51%.

Hilario Ramírez Layín, quien contendió como candidato independiente, se ubicó en el tercer lugar con 63 mil 145 votos, el 12.34%. En cuarto sitio se ubicó el candidato de Morena, Miguel Ángel Navarro, con 61 mil 389 votos, 11.98%.

En síntesis:

1. Antonio Echevarría, PAN-PRD, 197,700 votos, 38.63%
2. Manuel Cota, PRI, 135,659 votos, 26.51%
3. Hilario Ramírez 'Layín', Independiente, 63,145, 12.34%
4. Miguel Ángel Navarro Morena, 61,389,11.98%

Se registraron 14 mil 869 votos nulos, lo que representa el 2.90% de la votación. La votación total fue de 511 mil 660 personas que se traduce en una participación ciudadana del 62.84%.

Enrique Serrano se comportó como el General que teniendo a su disposición un batallón equipado con obuses de artillería tipo Howitzer o autopropulsados como el M777, y un escuadrón de bombarderos equipados con drones de puntería GPS exacta, confiado en sí mismo y en su invincibilidad habría enviado a sus soldados al frente a pelear armados únicamente con pistolas y resorteras creyendo poca cosa al enemigo a vencer, ignorando estúpidamente la máxima de que no hay enemigo pequeño. Creyó que los triunfos le seguirían llegando al PRI por simple inercia histórica. Hitler hubiera deseado que las fuerzas aliadas en vez de poner al mando a miitares como Dwight Eisenhower o George Patton hubieran puesto al frente a alguien como Enrique Serrano, ello le habría garantizado una victoria fácil y contundente a la Alemania nazi por "default".

Inflado como pavo real, sin que haya captado aún en toda su cabalidad los descalabros que su arrogancia le han significado al Partido Revolucionario Institucional, Enrique Serrano aún se cree un político inteligente y versátil capaz de poder afrontar y resolver todos los conflictos y dilemas que le pongan enfrente, aún piensa que puede resucitar como el Ave Fénix y escalar inclusive hasta la Presidencia de México. Quizá está apostándole a que el yanqui texano Javier Corral seguirá haciendo un papel desastroso como gobernador de Chihuahua y que la gente recapacitará. Sin embargo, su tiempo ya pasó, y no quiere darse cuenta de ello. El destino le puso todo para que, de haberlo querido realmente, habría podido hacer papilla a Javier Corral actuando no como un político del siglo pasado sino como un político del nuevo milenio. No pudo. Y si no pudo ahora, tampoco podrá mañana, ni pasado, ni nunca. Ha llegado la hora de que se haga a un lado dejándole su lugar a una nueva generación de jóvenes priistas de mente mucho más abierta y combativa que están mucho mejor calificados para responder y contraatacar a individuos como Javier Corral en los nuevos campos de batalla, las redes sociales e Internet. La época dorada de los dinosaurios, los acarreados, las nominaciones por dedazo (con candidaturas "de unidad"), los líderes sindicales "charros" sempiternos, los mítines con coreografía orquestada para simular un apoyo popular que no existe, todo eso ya pasó. Para poder luchar en los nuevos terrenos de la política en México, Enrique Serrano tendría que volver a nacer, literalmente hablando, con una nueva mentalidad, y con un poco más de humildad, dispuesto a luchar por lo que quiere "echando toda la carne al asador".

Conclusión: Si bien Javier Corral fue el beneficiario en 2016 de una desalmada guerra sucia mediática que no fue respondida con dureza y sin titubeos como se debería de haber respondido en su momento, el candidato oficial Enrique Serrano contribuyó con su inmensa soberbia y arrogancia a sembrar las semillas de su propia derrota catastrófica. Resulta casi increíble que, pese a todo, el tipo en su propio autoendiosamiento aún cree que tiene un gran futuro como candidato priista hacia otras posiciones. En realidad, la única esperanza que puede tener Enrique Serrano dentro de la política es como candidato plurinominal, sin que su nombre aparezca en la boleta electoral.


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